La decisión de los gobiernos de México y Costa Rica de exigir visas a los venezolanos ha complicado aún más la ruta de los migrantes
La crisis humanitaria compleja que atraviesa el país ha llevado a millones de venezolanos a emigrar, aunque no siempre lo hacen con las condiciones adecuadas. La implementación de visas por parte de la mayoría de los países de América ha dificultado ese proceso, llevando a muchos migrantes a tomar rutas peligrosas como el Tapón del Darién.
Tamara Taraciuk, directora en funciones para las Américas de Human Rights Watch, describió la cruda situación que se vive en el Tapón del Darién, la selva que está en la frontera entre Colombia y Panamá, considerado uno de los pasos más peligrosos del mundo y por donde se están aventurando a cruzar muchos niños migrantes venezolanos, sin sus padres, en su camino a Estados Unidos.
Estas declaraciones las dio en el programa En Este País, que se transmite en la Red Nacional de Radio Fe y Alegría.
“Un equipo de Human Rights Watch volvió recientemente del Tapón del Darién, allí entrevistaron a 100 migrantes que cruzaron desde Colombia a Panamá, caminando días enteros. Se encontraron personas de distintas nacionalidades que han sufrido robos, graves abusos y hasta violaciones sexuales”.
Uno de los hallazgos puntualizados por le equipo de HRW tiene que ver con los niños migrantes venezolanos. A pesar de los riesgos a los que se exponen cruzando el Tapón del Darién, la mayoría de los niños no acompañados que lo enfrentan son venezolanos.
“Eso es así. La mayoría de los niños no acompañados que toman estas rutas son venezolanos, según las autoridades panameñas. Algunos comenzaron el viaje sin sus padres porque tienen un familiar en el norte que los puede recibir, otros arrancaron con ellos, pero perdieron el contacto en el trayecto”.
Otro de los dramas que encontró HRW con los niños no acompañados, se refiere a la forma como los padres encargan sus hijos a extraños. “Eso pasa mucho, que padres se van por las rutas más peligrosas y encargan a sus hijos para que los lleven hasta el otro lado del Darién y allí encontrarse”.
Según Taraciuk, este paso migratorio tiene dos rutas, una corta, pero más cara, que consta de ir en lancha hasta Panamá y luego caminar entre 2 a 5 días, hay otra más larga pero económica que incluye cruzar la riesgosa selva y caminar entre 6 y 10 días.
“Un gran número de venezolanos toma la más económica porque tienen poco dinero. Nos han contado que tuvieron que huir de Venezuela por la situación económica, la imposibilidad de acceder a medicinas y alimentos. Otros manifestaron estar perseguidos, ya sea por las autoridades o bandas criminales”.
Visados complican la ruta
La decisión de los gobiernos de México y Costa Rica de exigir visas a los venezolanos ha complicado aún más la ruta de los migrantes. Según datos de HRW, estas decisiones han provocado un aumento exponencial de los migrantes que se aventuran a cruzar el temido Tapón del Darién.
“Estos requisitos migratorios impuestos por México y Costa Rica han generado un aumento enorme de venezolanos que toman rutas irregulares y peligrosas. Muchos de ellos tratan de cruzar, no solo sin dinero, también aseguran no contar con identificación como pasaporte por la dificultad de sacarlo en Venezuela y más en el exterior”
Médicos Sin Fronteras aseguró que en 2021 pasaron por la frontera entre Colombia y Panamá 134 mil migrantes, de esos el 2% fueron venezolanos. Para 2022 la mayoría de los migrantes llegaron desde Venezuela y de 19 mil personas que cruzaron entre enero y abril, 6951 eran venezolanos”.
Fuente: El Estimulo
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